sábado, 15 de septiembre de 2012

Te cuento algo pero no digas nada

¿Quién no ha empezado un enunciado con esa pequeña frasecita? El tener información privilegiada sobre alguien o algo siempre es emocionante pero muchas veces es difícil resistirse a la tentación de no compartir tan preciada y exclusiva data con otro ser humano.

La primera vez que me enfrenté a esta situación creo que lo hice muy bien. Mi madre nos juntó a mi y a mi hermana (de 6 y 4 años respectivamente) a contarnos que estaba embarazada pero que no le digamos nada a mi papá porque ella quería que sea sorpresa o algo así. Mi papá llegó a la casa 10 minutos después y mi hermana gritó: ¡MI MAMÁ ESTÁ EMBARAZADA! En ese momento me di cuenta de mi superioridad. No, en verdad no. Luego pasamos al segundo nivel de dificultad, mi mamá me confesó que el bebé era HOMBRE y que por favor no le diga nada a nadie (yo no sé qué onda mi vieja con ocultar las verdades a las personas, en fin). Entonces yo con ese secreto viví 9 meses hasta que ya no aguanté más y se lo conté a mi bff de 1er grado quien permanecerá en el anonimato por razones que no puedo contar (ya me olvidé quién era la chiquita). Y a pesar de su corta edad hizo un buen trabajo porque no le contó nada a nadie (o seguramente la intimidé y amenacé con algo). Finalmente cuando nació mi hermano mi mamá me felicitó por haber guardado tan bien el secreto a lo que yo inocentemente respondí: "En verdad sólo se lo conté a una persona, Fulana, y lo hice porque sabía que no diría nada."

Agradezco a mi madre por haberme empujado a la piscina y haberme hecho aprender a nadar desde tan joven porque ahí me di cuenta lo bacán que es tener un secreto. Y en verdad muchas veces ni era tan wow compartirlo, sólo el hecho que alguien te confíe este tipo de cosas ya te hace poner cara de sonso cómplice.

Entonces estamos desde chiquitos escogiendo a nuestras amistades por el nivel de confianza que tenemos creo, hay muchas personas que me han dicho esa frase y yo también se las he dicho en un claro acto de lealtad y un "esperoquenomecaguesmierda" ya que la información es muy importante en ese momento, hasta que te olvidas o ya no es importante.

Pero en la vida real no todo es color de rosa, en verdad cuando utilizas la frase "NO LE DIGAS NADA A NADIE" muchas personas lo toman como: "Te voy a contar algo que me contaron o me pasó y probablemente no debería compartir esto contigo pero en verdad quiero que lo sepas y no sentirme culpable entonces no le digas a nadie o bueno tal vez ya dilo nomás porque al final todos se van a enterar". Y siendo sinceros ¿cuántas personas han respetado el gran: No se lo digas a nadie? Hay muchas cosas que yo si me he guardado por ética o por ese pacto verbal que realizas con otro ser humano sin siquiera darte cuenta, pero hay otras que he confiado a otros empezando con la frasecita famosa.

Todos alguna vez lo han hecho, no finjan. Y en parte es normal supongo, cuando eres niño te tomas de manera literal las cosas pero cuando creces empiezas a copiar el patrón de conducta de otra gente. Así que para todos los que andan diciendo "Te cuento algo pero no le digas a nadie" un aplauso, porque estoy segura que confían plenamente en que esa persona no diga nada, sólo que es muy probable que sigan una cadena bajo el mismo juramento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario