miércoles, 28 de mayo de 2014

No me importa quién eres



Hola, no me importa quién eres, no me interesa saber tu nombre, a qué te dedicas o qué te quita el sueño. No tengo ningún interés por saber de dónde vienes, cuál es tu bebida favorita o a qué colegio fuiste. Si te pregunto desde qué hora estás acá, dónde hiciste previos o con quién has venido es porque simplemente quiero que hables un rato mientras te examino y me dejes pensar cómo hago para sacarte de aquí. Así de crudo y simple.

En realidad no se necesita una razón en especial para salir a levantarte a un brother. Muchas veces lo único que sabes es que esa noche te regresas con alguien y punto. No necesitas saber cuál es su visión en la vida, si es la primera vez que viene a tonear aquí o si es cumple de su pata. No quieres saber qué ondas con su chamba, si su ex es una loca de mierda, si se acaba de comprar una "caña" o si salió tan apurado que se olvidó de "jamear". Lo que pasa en Lima es que la gente cree que debe tener toda esta charla previa para poder tirarte a alguien. Son huevadas.

¿Qué hago con tus deudas y porcentaje de tarjeta de crédito? ¿Qué hago con tu viaje para 28 con tus patas? ¿Qué hago con tu huarique favorito para comer un ceviche? Nada. Al día siguiente probablemente recuerde tu cara vagamente, si tu camisa era de cuadros o si te dejaste puestas las medias. No es nada personal, si me acerqué a hablarte es porque me gustaste.

Y no hay por qué sentirse una caquita, sino como diría mi amigo Pitbull: I know you want me, you know I want ya. Prrrrrrrrrrrrrrr. Pero sólo unas horitas o si todo sale bien, cuando la situación lo amerite. No se hagan los de calzón con bobos.