domingo, 24 de junio de 2012

3,2,1 Grabando

Como estudiante de comunicación audiovisual llevas cursos relacionados directamente con la carrera (eso es lo hermoso de no estudiar en una universidad), y bueno lo que aprendes es básicamente a comunicar lo que la gente quiere decir a través de un proyecto audiovisual. Blah blah blah, no te aburras en serio se va a poner bacán esto. (Tengo muchas fotos hoy)

Programas de televisión hay miles. Peruanos y malos muchos. Peruanos y decentes casi nulos. Recuerdo perfectamente introducirme poco a poco en el mundo del cine y la televisión observando con cuidado la escenografía, el encuadre, la luz, composición, etc; y cuestionar por qué se les ocurría a veces tremendo pan con calamar a algunos "profesionales".

No hay que ser un experto en verdad para poder apreciar un buen programa, así que veamos algunas de las propuestas más mortales/ponzoñosas que me dejan el ojo acalambrado y con tic.


¡A Jugar!

A JUGAR: El hecho de que este programa sea producido por el canal del estado no justifica que sea tan malo. Me acuerdo clarísimo una tarde haciendo zapping cuando de pronto me detuve en canal 7 para ver a Fátima Saldonid diciéndole a unos niños: "Encuentren la palabra onomatopeya" 3 niños de 7 años un poco sudados con un diccionario en la mano buscando rápidamente entre sus páginas la palabra que la "dalina" les había dictado. ¿Y al final del juego qué se ganaron? Un diccionario Coquito. Qué lindo, tanto esfuerzo para un diccionario Coquito 2000.

Diccionario Coquito 2000

Otro juego del programa era el de las multiplicaciones: 2 niños con un cuaderno de notas y la voz de Fátima Saldonid abriéndose paso entre la somnolencia de las 5 de la tarde para decir: multipliquen 65 por 78 dividido entre 15 a la raiz de 8 todo por 98 dividido entre 2 más 4. Y los niños rápidamente resolvían ese problema o lo que sea. A continuación el premio (no lo recuerdo) era un jabón.

Osea si no tienen auspiciadores al menos que regalen cosas creativas o hagan tutoriales para los chibolos, no a lo Art Attack pero algo decentón pues. Felizmente canal 7 no era así en mis tiempos. Aunque ahora que recuerdo bien, una vez vi una gota de SEDAPAL bailando detrás de la escultural Fátima Saldonid, así que supongo que cuentan con el auspicio de las aguas y de la atarjea, esa que está camino a Chosica, a la cual NUNCA fui porque yo estudié en un colegio de provincia y no gocé de los paseitos limeños al Real Felipe, al observatorio o al morro solar a ver de dónde se lanzó Alfonso Ugarte, a no él se tiró del morro de Arica. Bueno eso para la próxima.

La función de la palabra

LA FUNCIÓN DE LA PALABRA: Otro programa del estado. Estoy segura que muchos van a decir: ay pero si este señor si sabe lo que habla y es un erudito en la lengua castellana. Me importa 3 bledos gigantes lo que este señor tenga que decir. Es más, cuando lo sintonizo de casualidad no aguanto ni 2 minutos con los ojos abiertos, osea me quedo dormida al toque. 

Una vez vi una entrevista que le hizo Marco Aurelio a Marta Hildebrant y con eso sentí que ingería doble diazepan, doble tanson con ponstan, 1 nastisol y 1 aspirina. Eso ha sido tan doloroso de ver como cuando vi una película de Béla Tarr, The man from London, con una toma de inicio que duraba 10 minutos donde veíamos lentamente la cámara haciendo un barrido vertical a un buque en blanco y negro y un sonido zumbante de fondo. En ese momento yo sólo quería que me tragara la tierra. ¿WTF? 

El demonio

E NEWS: Todo bien con el programa, pero si hay algo que más detesto en este universo a parte de los hombres con axilas depiladas, es la combinación de Giulianna Depandi con Ryan Seacrest. Me produce arcadas severas ver a estos personajes juntos en pantalla. Tal vez es un odio irracional, pero verlos todos arreglados, iluminados, maquillados y con gel me hace sentir medio violada. En fin, eso no más.


Ay me acabo de acordar de algo buenazo, pero lo dejaré para otro post (piñatas). En general los programas de TV no me llaman la atención, pero las series si, eso si me engancha como enfermita y me quedo viendo episodios de episodios hasta altas horas de la noche. Alguna vez creo que no he salido a tonear por ver una serie, no me acuerdo pero es muy probable.


Creo que fui muy dura con A JUGAR, en verdad me divierte ese programa, tanto es así que colocaré mi canción favorita de Fátima Saldonid: la tabla del 7Miren toda la canción si quieren  y si no POR FAVOR vayan al minuto 2:30 y observen a la vicuña desaparecer del encuadre. FINÍSIMA ELLA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA



jueves, 21 de junio de 2012

Tan largo y tan corto a la vez

Este post va dedicado a un gran amigo, el cual permanecerá en el anonimato. Gonzalo Cortez.

Tengo un documento compartido con la única persona que tiene acceso a toda mi vida digital. Ese documento  tiene los accesos a mis cuentas de Email, Facebook y Twitter. Si, creo que esas nomás. ¿Por qué habría de compartir mis cuentas y contraseñas con algún ser humano? Odio cuando las parejitas intercambian claves de Facebook para demostrarse confianza, como si eso fuera a evitar que se enchufen a otro ser humano.

En fin, si algún día me pasa algo (mi madre estaría en este momento buscando algún trozo de madera para golpear con el puño) no quiero que nadie me esté dejando mensajitos ridículos en mi wall de Facebook, ni twitteándome cosas como: "Ahora estás en un mejor lugar"ni nada de esas huachafadas. Porque cuando uno escucha que fulanito acaba de fallecer lo primero que hacen es correr al perfil de Facebook y chequear sus fotos y cosas. Gracias, pero no. 

Es por eso que tengo este documento compartido con instrucciones específicas de ELIMINAR por completo mis cuentas si algo me llegara a pasar. Bueno, en verdad pensaba también eliminar mi perfil de facebook pero ahora que me compré una Canon 60D probablemente mis fotos valgan miles de soles en el futuro, así que mejor he dejado dicho que se desactive, así no perdemos las fotos.

Me encanta ese documento porque todo está súper bien pensado, por ejemplo si quedo en coma, todas mis cuentas deben quedar desactivadas para que cuando me despierte actualice mi facebook status con un alegre: ¡He vuelto!

En verdad no quiero poner a nadie melancólico con este tema ni mucho menos, así que voy a escribir mi Top 5 de muertes ridículamente imposibles/posibles en el Perú, porque aquí es donde me imagino que me voy a morir.

1. Ser atropellado por un carro mientras caminas por la vereda. En verdad no es tan imposible porque en el Perú la gente es recontra bestia manejando. Es también la fobia de una amiga, estar caminando de lo más lindo y JUÁ un carro se sale del carril y te aplasta cual calcomanía y quedas pegadito a la pared, como un wachiturro.

2. Que un semáforo te golpee la cara. En verdad nunca lo he visto, ¡pero cualquier cosa puede pasar pues! El ser humano es tan frágil... Imagínate tú caminando bacán por Benavides, paras de caminar porque el semáforo peatonal está en rojo, cuando de pronto escuchas un sonido de *crack* así mismo Destino Final, y es muy rápido todo, no sabes qué está pasando y de la nada el semáforo se sale de su sitio y lo último que recuerdas ver es una gigante LUZ ROJA estrellándose contra tu cara.

3. Ser pisado por un elfante. Primero que nada, no hay elefantes en el Perú, ni en el Parque de las Leyendas. ¿Pero qué pasa si llega el gran circo ruso/austro/africano? Ponen su carpita a las afueras de Lima, cobran su rica entrada a 80 luquitas, contratan un montón de chibolas anfitrionas para que te den el papelito de bienvenida, te sientas y tranquilo ves el show. De pronto se incendia la carpa, todos corren, justo se te sale un zapato y cuando regresas a recogerlo una enorme pata gris se eleva en el aire y cae pesadamente encima de tu cuerpecito enano.

4. Atorarte con un pedazo de tallarín chino infinito. Supongamos que vas al chifa, es fin de mes y te acaban de pagar. Pides un rico combinado (chaufa con tallarín saltado) entonces cuando estás engullendo un gran bocado de fideos, te das cuenta que no se terminan, y no paran y no puedes sacarlos de tu boca, te pones nervioso, pero el tallarín ha tomado posesión de tu cuerpo y te asfixia lentamente hasta que te mueres.

5. Que un ciego el diga a un mudo que un sordo te está matando.

Me acabo de dar cuenta que escribí todo al revés, pero bueno ya me entiendes.