lunes, 17 de septiembre de 2012

Mi raza y mi gente nos vamos pa lante

Hoy decidí escribir en mi blog, y no sólo porque son las 7 am y sigo en el trabajo desde el día de ayer, sino porque me gusta escribir. En fin, vamos a lo bueno. Hoy le dedico el día a mis lentes de sol. Me los trajo un amigo de El Congo y tardaron 8 meses en llegar por la crisis en Laos... terrible país. Me muero de sueño. Ya.

Mi ciudad favorita de todo el mundo es Cusco, y aunque  la gente esté probablemente harta que hable de esta magnífica ciudad, no me cansaré de decirlo, es hermosa. Es como si toda la paz del mundo se metiera en un vasito y te lo tomes como un shot: tranquilidad inmediata. A mi me encanta y de hecho debería haber esa sustancia (no estoy hablando de drogas).

Bueno, luego ya no saber qué más escribir por el sueño, me rindo ante los brazos de Morfeo DIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Esto lo empecé a escribir hace meses y después de leerlo me doy cuenta que me encontraba en un evidente estado deplorable. Ese día tenía que terminar un video y encima lucir regia para un coctel donde la mayoría de la gente de la chamba terminó ebria. ¿Qué hago hablando de la gente de mi chamba?

Bueno entonces Cusco, si, es mi ciudad favorita por 3 razones: el cielo es hermoso, la comida es deliciosa y la juerga es increíble. El otro día leí que la Monchi vivía ahí y en verdad me parece paja cuando la gente tiene las bolas de migrar desde la urbe hacia la tranquilidad de la montaña. La palabra urbe me hace acordar a las vacas.

Hay lugares que he visitado y me he puesto a pensar lo increíble que debe ser vivir en ese sitio, en medio de la nada, rodeada de montañas, un lago y un montón de ichu. ¿Para qué sirve el ichu por cierto? Sin pensar en el tráfico ni en la polución; un lugar para empezar de cero, conocer nueva gente o reinventar una vida nueva, bacán ps.

Si tuviera que empezar de nuevo creo que sería topógrafa, he visto que viajan para estudiar los terrenos más hostiles. A veces cuando paso en auto por una carretera y no hay nada más que vegetación, cerros o dunas alrededor veo una personita a lo lejos con una especie de trípode, mirando a través de una pequeña lupa algo que seguramente encuentra fascinante porque se queda horas ahí contemplando el paisaje.

Cuando empecé a inventarme una vida paralela para contársela a los extraños que conozco y no quiero que sepan quién soy en realidad; se me ocurrió la brillante idea de ser Adela Pastor, topógrafa graduada de la UNI que actualmente trabaja en Arequipa pero está de vacaciones en Lima. Con eso te ahorras preguntas incómodas y puedes inventarte toda una vida extraordinaria. Por ejemplo, Adela es una mujer joven e independiente y no hay macho que se le resista. No le gustan los perros y tiene muy mala memoria para recordar los nombres de las personas. Pasa la mayor parte del tiempo viajando por el Perú o en el campamento de la Southern donde trabaja actualmente a media hora de Arequipa, es una mujer temida pero respetada y siempre logra sus cometidos.

En una ocasión Adela sufrió de un pequeño altercado al sur de Moquegua. Estaba en un campamento con 3 colegas explorando zonas vírgenes cuando de pronto a altas horas de la madrugada se les acercó una camioneta pick up color rojo con las luces apagadas. El campamento contaba con una pequeña fogata, de esa manera los encontraron fácilmente. Los tres maleantes bajaron de la camioneta con fusiles AK-47, lo cual indicaba que estaban relacionados con terroristas y narcotraficantes, apuntaron sus armas hacia el pequeño campamento, gritaron palabras soeces para que salgan Adela y sus compañeros de las tiendas, les amarraron las manos y taparon los ojos.

Les robaron todo y los dejaron a 2 horas hacia el este de donde se encontraban. Después de caminar durante toda la mañana, llegaron a un río y siguieron caminando por la rivera hasta que encontraron un pequeño poblado donde Adela se puso en contacto con las autoridades y fueron rápidamente rescatados.



Inventarse una vida nueva es facilísimo, sobre todo si hablas con una persona que jamás volverás a ver en tu vida. A mi me encanta conversar y dejar volar mi imaginación, quién sabe si alguna vez se me ocurre ser antropóloga, cadete, vedette, astronauta o tener mi propio negocio. Creo que por un tiempo seguiré siendo Adela Pastor, ya lleva conmigo cerca de 5 años y hasta ahora me ha encantado compartir tiempo con ella, sólo espero no tener un episodio de locura y paranoia extrema como en Black Swan y termine matando a Adela pero en realidad me mato a mi misma. Qué palta.

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