viernes, 19 de diciembre de 2014

El amigo secreto


Desde que tengo uso de razón, siempre he jugado al amigo secreto en el cole, entre patas, con mi familia; y desde hace 5 memorables años, con la gente de la chamba. Nunca falta la persona que empieza: "Oigan, ¿y este año cómo es con el amigo secreto?"

El otro día estaba leyendo sobre el origen del amigo secreto en Wikipedia  y descubrí algo muy interesante. Todo empezó en Venezuela (a ellos también les debemos los tequeños, no a México #QUEEEEEEE). Alrededor de los años 1800 las senioras de sociedad no podían tener "amigos" fuckbuddies porque estaba mal visto, así que decidieron hacer reuniones donde intercambiaban regalos (sus calzones probablemente) de manera anónima para hacer más amenas sus tardes. Y ahí empezó todo. Mucha gracias Venezuela por el amigo secreto, los tequeños y las Miss Universo.

También descubrí que hay diferentes modalidades y temáticas para realizar el juego. Por ejemplo está el amigo secreto cochinola, el cual consiste en regalar cositas sexuales para entrar en onda. Luego también hay un amigo secreto temático, donde claro está pone un tema y los regalos deben seguir ese patrón. Lo más curioso fue el enemigo secreto, donde regalas cosas inservibles que encuentras en tu casa o necesitas deshacerte (Doble WTF).

En mi trabajo estamos celebrando las fiestas navideñas con un "emotivo" intercambio de regalo y nos han pedido hacer un wishlisht para que todos reciban algo que realmente quieren. Yo estoy en contra de los wishlists, en realidad de TODOS los wishlists en general; sobre todo LAS LISTAS DE NOVIOS DE RIPLEY. Pero hablaremos de eso en otro post.

En el pasado cuando me han pedido 3 opciones generalmente pongo 2 nada que ver (un iPad o un dildo) y la tercera opción es la que quiero, pero tampoco me hago paltas si no me lo dan. He recibido DE TODO en estos jueguitos, desde una bolsita de FOCHIS hasta un buen vino; así que para mi la diversión está en no saber qué vas a recibir porque al final, si es muy feo, lo envuelves de nuevo y se lo das a alguien que no te cae. Ese es el verdadero espíritu de la Navidad, hacer la paces con los haters.

Jueguen y fomenten el amigo secreto porque dejarle una fruna en el escritorio a alguien puede cambiar su día por completo para bien. A menos que sea una fruna con sabor a plátano, ahí si me pongo de mal humor.