lunes, 12 de septiembre de 2016

Los millenials también venimos en generaciones



Nunca pensé que me llegaría la adultez de golpe y tan rápido. Pasé de salir todos los fines de semana y convivir con la resaca durante 1 década, a cenar con amigos y dormir temprano porque al día siguiente tengo que chambear o hacer algo importante. Y todo esto en un período aproximadamente de 6 meses. La resaca ahora la paso en una clínica y maldiciendo el momento en que cancelé mi Uber por quedarme un rato más.

Cuando me pongo a pensar en mis 28 años me doy cuenta que a la mitad de haberlos vivido, mi vida ha cambiado por completo. El alcohol de pronto no es una prioridad en mis planes los fines de semana, mi círculo de amigos cercanos se ha achicado pero está bastante compacto y en completa complicidad, y mi relación con mis viejos es más de patas que de chibolo pulpin malcriado.

Pero no es sólo el cambio físico y emocional lo que me ha hecho sentar cabeza, es también esta nueva horda de millenials de 2da generación (el mismo fenómeno que un teléfono celular) que ahora están sueltos por la calle y nos van desplazando poco a poco a los millenials de la 1ra generación. Estos pulpines malcriados están jugando un partido que nosotros ya dejamos empatado con los GENERATION X, y se han dedicado a meter gol sin parar. A ellos nadie les cuestiona el hecho de cambiar su nombre por algo más apropiado o acorde a su personalidad como "Spoonkie", "Falala" o "Kitsch"; en su cabeza no existe el tener que pagar derecho de piso, solo tienen ganas de hacerse escuchar.

Creo que los millenials de la 1ra generación tenemos la responsabilidad de ser los hermanos mayores y seguir abriendo el camino para que nuestros hermanitos pulpines se coman el mundo con zapatillas, tacos y chancletas. No se trata de una guerra de ideologías y tendencias con los que estuvieron antes que nosotros, se trata de aprender y valorar lo que los GENERATION X nos han dejado e incluir a los pulpines en la solución de los problemas que nuestro pobre planeta tiene.

Dejando de lado lo #treehugger creo que los millenials 1G podemos estar en paz con nosotros mismos, sabiendo que los chiquis que nos siguen tienen los huevos del tamaño del sol y van a hacer de este un mejor lugar. Lo que si me muero por ver, es cómo nuestros pulpines lidian con los nativos digitales (de temer) y los chibolos geniecillos que crean apps desde los 2 años. A ver qué tiene una currícula de nido en 20 años.

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